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domingo, noviembre 23, 2003

Britney, creciendo con amor 

Britney Spears: In The Zone. Producido por Trixter, Roy Hamilton, Bloodshy & Avant, Mark Taylor, Moby, R. Kelly, Jimmy Harry & Shep Solomon, THE MATRIX, Brian & Josh, Guy Sigsworth y Sean "P. Diddy" Combs. Jive/BMG. Ficha técnica.
DISCOS
Puntaje: 10

Si hay alguien que ha mostrado un crecimiento increible disco a disco es Britney Spears. Desde el bubblegum pop berretón de ...Baby One More Time a la sofisticación de Britney, su album de 2001, hay un mundo de distancia. Para ese disco, Britney contrató al genial duo de productores The Neptunes (a.k.a. Chad Hugo & Pharrell Williams, a.k.a. N.E.R.D.) para que le produzcan los increibles temazos Boys y I’m a Slave 4 U, que, junto con What It’s Like To Be Me, coescrito y producido por Justin Timberlake, se alejaban del formato teen-pop del resto de los temas, que igualmente también habian aumentado en calidad. Luego los Neptunes se fueron con Justin para terminar produciendo junto con Timbaland el debut solista de JT, Justified, un disco excelente que solía ser el mejor disco de ex teenpopper de la historia. Digo solía ser porque el martes 18 de noviembre se editó In the Zone, el nuevo disco de Britney Spears, que no sólo supera a Justified sino que también supera a casi todo el pop actual.
In the Zone es un disco a prueba de prejuicios. No tiene una sola canción que responda al formato teen-pop. Este es básicamente un disco hiphoppero, con momentos dance y de pop ochentoso. Abre con Me Against The Music, el gran duo con Madonna que es sólo un aperitivo para lo que viene después, (I Got That) Boom Boom, a duo con los tales Ying Yang Twins, que quita el aliento. Showdown es otro gran tema, y Breathe On Me, la mejor canción dance posible, con ecos del Music de Madonna (cuyo fantasma sobrevuela por todo el disco, no sólo por el primer track). Early Mornin’, la canción producida por Moby, no sólo es excelente sino que está al nivel de lo mejor del peladín Melville. Luego tenemos Toxic, un tema absolutamente perfecto, con guitarras surf-rockers y beat esquizofrénico. Y así por 6 temas más, uno de los cuales, el ochentosísimo Brave New Girl, sobresale de todo el pop contemporáneo y es el punto más alto del disco. In The Zone no tiene un solo segundo de filler, por lo menos en las 12 canciones que lo conforman. Luego hay dos bonus tracks: un remix de Me Against The Music que supera a la versión original y The Answer, producido por Sean Combs (a.k.a. Puff Daddy, P. Diddy o Puffy) que, si bien es bueno, es un plagio descarado a los Neptunes de I’m A Slave 4 U. In The Zone no sólo demuestra que Britney creció, también es el mejor disco del año y en años.
Juan Martínez.

martes, noviembre 11, 2003

Evolution Revolution Pop 

Travis: 12 Memories. Producido por Travis, Steve Orchard y Tchad Blake. Sony. Ficha técnica.
DISCOS
Puntaje: 9

12 Memories marca el regreso de los subvalorados glasgoweanos liderados por Fran Healy luego de la que tal vez sea su obra maestra definitiva, The Invisible Band (2001), una colección de canciones hermosas, pegadizas y contagiosas. Con ese disco se los acusó de softies cuando, si me preguntan a mi, no hay nada de malo en eso. Con su segundo disco, The Man Who, se los acusó de plagiar a medio mundo, cuando lo que en realidad estaban haciendo era reflexionar sobre la música actual –Fran Healy cantaba, con su dulce voz: "And what’s a Wonderwall anyway", "There’s no design for my life, there’s no devil’s haircut in my mind"-. Ahora se los está acusando de haberse estancado, cuando no es así ni por asomo.
12 Memories plantea cómo seguir haciendo cosas interesantes luego de haber hecho un disco donde encontraron la perfección pop. Y la respuesta es: haciendo más canciones pop perfectas. Las 12 canciones de 12 Memories (11 más un hidden track) son todas excelentes y conforman otra colección poppera tranquilita (con un par de miniexplosiones eléctricas) que es un placer escuchar. El álbum suena distinto a los dos anteriores –ni que hablar de su debut, Good Feeling, un gran disco que, juzgando por lo que hicieron después, estilísticamente parece de otra banda-. Aquí los chicos, sin perder su sensibilidad pop, tienden a experimentar un poco, especialmente con la extraña -por tener una estructura de canción pop convencional pero con arreglos bastante raros para una canción pop convencional- Paperclips, y el álbum termina sonando como un disco de outtakes de los Beatles circa Abbey Road, aunque políticamente comprometido. El mejor ejemplo de esto es Peace the Fuck Out, una excelente protest song que termina con un corito de hooligans repitiendo una y otra vez el nombre de la canción.
Los highlights de 12 Memories son The Beautiful Occupation –otra protest song-, How Many Hearts y la hermosísima Love Will Come Through. Bah, todos los temas son brillantes. Estos chicos volvieron con otro disco excelente, y espero que no se vayan nunca.
Juan P. Martínez.

viernes, noviembre 07, 2003

Zas 

Dave Matthews: Some Devil. Producido por Stephen Harris. BMG. Ficha técnica.
DISCOS
Puntaje: 8.

Volvió David Mateos. Volvió solito, sin su Band, pero acompañado de su amigote Tim Reynolds y del líder de Phish, el gran Trey Anastasio. Y volvió con un muy buen disco, que no llega a las alturas de sus obras maestras Before These Crowded Streets y Everyday -éste último un gran ejemplo de disco 100% pop producido por Glen Ballard y despreciado por sus fans, que no se dan cuenta de que Dave hace pop desde su primer disco oficial, Under The Table and Dreaming- pero que tiene un buen puñado de grandes canciones.
Some Devil arranca de maravillas, con tres canciones que están entre lo mejor de su repertorio: Dodo, So Damn Lucky y Gravedigger, hermosas canciones de una fuerza increible. Luego el disco sigue con más buenas canciones, hasta llegar a un momento, hacia la mitad, donde se empantana un poco en un par de baladas donde su falsete puede llegar a cansar un poco. Pero luego vuelve a levantar, con la excepción de Up And Away, un reggae que no le sienta muy bien que digamos. Some Devil cierra con una versión acústica de Gravedigger, que es tal vez mejor que la "eléctrica" (esa palabra, en Dave Matthews, es sólo un decir, salvo en Everyday).
El álbum puede llegar a ser excelente si se programa el CD player para que se saltée los baches antedichos, que son sólo dos o tres canciones de las 14 que tiene. Así como está es otro buen disco de Dave Matthews. Los arreglos orquestales son excelentes, y la producción lo hace sonar muy bien (hasta las canciones feas "suenan bien"). Es verdad que a veces se extrañan las zapadas popperas de 8 minutos de Before These Crowded Streets, con las baterías insanas de Carter Beauford, los maravillosos violinazos de Boyd Tinsley y los saxos de Leroi Moore, pero esto también se extrañaba en Everyday –del que Some Devil vendría a ser la versión acústica- y el disco era una obra maestra. Este no llega a ese status, pero tiene 3 canciones que sí.
Juan Martínez.

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