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miércoles, septiembre 24, 2003

Déjate caer 

Café Tacuba: Cuatro Caminos
Universal /MCA. Producido por Gustavo Santaolalla, Dave Fridmann, Andrew Weiss, Anibal Kerpel, Café Tacuba. Ficha técnica
DISCOS
Puntaje: 10

Cada vez que se utiliza la palabra reinventarse en una critica de música, late una duda. Es que tal movimiento de fénix viene asociado con una grandeza per se que genera mas certezas que dudas y eso a la hora de escuchar música es algo que debe evitarse. Café Tacuba lo sabe y aun así, se reinventa, una y otra vez. Desde su cancionero Re a el leonino hit que fue Avalancha de Éxitos, de ahí hasta la estación Revés/Yosoy, un disco que se calza la opacidad como caja de sonidos, y luego el ochentoso simple Valle Callampa, que sirve de precuela a Cuatro caminos. En 4C, los cafétas decidieron ya no ser una banda sin batería incluida, jubilar (por ahora) la vieja caja de ritmos y adosar a la habitual producción de Santaolalla y Kerpel, la pequeña ayudita de los amigos Dave Fridmann (Flaming Lips) y Andrew Weiss (Babasónicos, Ween). Y apostar sobre todo a sus canciones, melodías que juegan en varios niveles desde las letras que hacen del cinismo, una noble actitud musical y existencial, hasta las estructuras que rebosan loops, riffs y la inquietante voz del cantante Elfego Buendía. Café Tacuba juega a hacer rock disfrazado de Café Tacuba, lo que hace la novedad algo natural. La frescura que el disco logra sacude desde diferentes lugares-canciones: la sónico-delia de Cero y uno, Hoy es y Soy Estoy, el golpe beatle a los sentidos que son Mediodía y Hola Adiós, lo folklórico convertido en cotillón en Eres, el tour de push the tempo del corte difusión EO. Desconociendo actualidades, las canciones y la banda se convierten-mantienen una pequeña magia, elegante y espontánea, entonces Amor y dulzura (Puntos Cardinales) es un dogma antes que un ejemplo. Aquello se debe a que la sinceridad de la canción resume el disco: un ecosistema en apariencia sencillo que esconde detrás un mecanicismo a base de anfetas. La atemporalidad, disfrazada de pseudoclash en Recuerdo Prestado es el juego favorito de los cafetas, eso y la mezcla, ya sea de géneros, emociones o colores. Todo lo recorrido por la banda logró que llenen nuestra cabeza de rock y que lo hagan como siempre, como nunca, creando aire bajo nuestros pies.
Juan Manuel Domínguez.

posteado en cinequanon el martes 16 de septiembre del 2003.

New York Rock City 

Yeah Yeah Yeahs: Fever to Tell
Universal/Intersope. Producido por David Andrew Sitek. Ficha técnica
DISCOS
Puntaje: 9

Karen O está loca. Grita a más no poder y parece tener orgasmos (orgasmos divertidos, no insufribles en plan Mariah) mientras ¿canta?. Y es ella una de las principales razones por las cuales Fever to Tell, el primer LP –luego de un par de EP’s- de estos new yorkers que se hacen llamar Yeah Yeah Yeahs, es un maravilloso, contagioso tour de force de melodias desencadenadas, distorsionadas, urgentes e infecciosas. Ella y sus co-workers, el guitarrista Nick Zinner y el baterista Brian Chase (como los White Stripes, Yeah Yeah Yeahs es una banda sin bajo y -como también ocurre con el duo White- esto no se nota), hacen durante el primer tercio de Fever To Tell una suceción de canciones furiosas y descontroladas entre las cuales brilla Date With The Night, un perfecto blend entre new wave y rock n’ roll fuertisimo al límite de lo insano.
Luego, en su último tercio, Fever To Tell se relaja y empieza a sonar bastante menos extraterrestremente ruidoso y trastornado, otorgando melodias hermosas, como en la bellísima Maps. Y es ahí donde nos damos cuenta que Karen O no sólo puede gritar y tener orgasmos musicales como nadie y de manera genial sino que también puede tener una voz maravillosa, casi angelical. Y aquí sí que canta. Y lo hace muy pero muy bien.
Los Yeah Yeah Yeahs son otra prueba de que la nueva movida del Rock neoyorquino no es ningún invento de la prensa, y el hecho de que este tipo de bandas tenga éxito le hace muy bien a la industria discográfica. Yes New York? Of course New York!
Juan Martínez.

posteado en cinequanon el viernes 12 de septiembre del 2003.

Pop goes the Jewel 

Jewel: 0304
Warner / Atlantic. Producido por Lester Mendez. Ficha técnica
DISCOS
Puntaje: 8

Si bien los discos anteriores de Jewel eran buenos, pecaban de un exceso de seriedad que les restaba frescura. Ahora Jewel volvió con 0304, y ya desde su tapa celeste con una foto de ella vestida de amarillo y rosa sabemos que estamos frente a algo distinto. Y lo estamos. Jewel se ha vuelto descaradamente pop, y la produce Lester Mendez, el productor de Shakira. En una primera escucha, las letras de singer-songwriter con referencias a Woody Guthrie y Marvin Gaye dentro de bases ultrapop y a veces dance pueden causar extrañeza. Pero este disco crece luego de ser escuchado varias veces. La primer mitad está muy bien, pero es en la segunda mitad del disco donde se nota realmente que estamos frente a algo grande. La power ballad Haunted es excelente. Y luego de esa canción el disco empieza a parecerse a The Cars, con moogs por todos lados y estribillos superpegadizos. Otras pop-jewels (je) que pueden encontrarse aquí son Sweet Temptation, Yes U Can, la protest-song America y el primer corte del disco, Intuition. 0304 es un album tremendamente adictivo, simpatiquísimo y divertido. Uno se imagina fans en campus universitarios llorando porque su ídola "se vendió", aunque no se dan cuenta de que estamos ante el mejor disco de la señorita Kilcher. Lamentablemente, en la Argentina se editó la "clean version", que censura las palabrotas. Una vergüenza.
Juan Martínez.

publicado en cinequanon el miércoles 27 de agosto del 2003.

Poppy tunes 

Fountains of Wayne: Welcome Interstate Managers
Virgin. Producido por Mike Denneen. Ficha técnica
DISCOS
Puntaje: 10

Dos de las mejores bandas de la British Invasion sesentosa son Weezer y Fountains of Wayne, con la salvedad de que ambos son grupos actuales y norteamericanos. Pero su espíritu está anclado en esa década tan importante para el pop. Welcome Interstate Managers, el tercer disco de FOW, podria votarse como uno de los mejores 10 discos de 1964, si no fuera porque fue publicado hace sólo dos meses. El dúo dinamico formado por Chris Collingwood y Adam Schlesinger nos vienen con 16 canciones tan perfectitas como (adorablemente) anacrónicas. No es casual, ya que desde 1996 vienen haciendo eso. Y encima Schlesinger compuso aquella inolvidable canción llamada That Thing You Do! de la homónima gran película dirigida por Tom Hanks.
Este álbum no podía empezar mejor. La increible Mexican Wine emana perfección pop por todos lados. Y esto es sólo el comienzo. Este disco fluye como pocos, no hay una sola nota que suene mal en los 55 minutos que dura. En especial vale la pena rescatar joyitas como Stacy’s Mom, himno a las MILF’s del mundo y All Kinds of Time, de una belleza imposible, sobre un quarterback a punto de hacer un tanto, contada en ralenti -todo un hallazgo- y con el ex Smashing Pumpkin James Iha en guitarra. Hung Up on You es la canción country para que los odiadores de aquel subgénero redneck dejen de hacerlo. Y Fire Island es uno de los pop-tunes más dulces que haya escuchado jamás. ¿Un compilado de lo mejor de los 60? No, un nuevo disco de Fountains of Wayne.
Juan Martínez.

posteado en cinequanon el viernes 15 de agosto del 2003.

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